martes, 31 de julio de 2012

Mi biografía



MI BIOGRAFÍA

En un día cálido rodeado de un cielo celeste azul puro, tan hermoso, libre de oscuras nubes, como lo felicidad de una familia al espera de un nuevo ser, un nuevo integrante a ella. Nace una pequeña, linda y gordita niña de casi 4 kg a hora 8:10 a.m. Distinguida por la cantidad de un largo, fino y negro cabello que traía.
En el consultorio de un Médico, un buen amigo de sus padres, ella fue muy bien recibida con mucho amor y afecto, después de un largo sufrimiento por su linda mamá la Sra. Juana Sánchez Chávez, natal de Celendín, y con el apoyo de su esposo el Sr. Alberto Cruz Callantes, también natal de Celendín.

Ésta niñita empieza su vida, con un fuerte grito,  dando a conocer a los que la esperaban, que estaba bien y muy contenta por nacer. Y sin saber el largo camino que la esperaba para recorrer, estaba lista para recibir y darles amor.

Aquella niña, la que ahora ya tiene 19 años y empezará a contar sus días en éstas páginas, desde su nacimiento, soy Yo. Cruz Sánchez, Alicia Margoth. Y aquel día siempre recordado y celebrado por mis seres queridos y por mí, fue un 16 de marzo de 1993 y aquel lugar en donde ocurrió mi nacimiento y a donde cada julio de todos los años voy a visitar para celebrar con familiares y demás paisanos la fiesta de ¨ La Virgen del Carmen¨, fue  Celendín – mi natal y bello distrito del departamento de Cajamarca.

Y fue así desde aquel día, que empezó mi vida, junto a mis padres y hermanos que gracias a Dios hasta el día de hoy cuento con su amor, bondad, alegría, consejos y apoyo; como también demás integrantes de mi inmensa y linda familia, de la cual algunos de ellos, muy importantes como mis abuelitos, que lamentablemente ya no forman físicamente parte de ella, pero que espiritualmente siempre los tenemos presentes en nuestro corazón.

Empezaré contándoles que tengo cinco hermanos, de los cuales la mayor y Yo la última somos mujeres, los tres intermedios son varones, los típicos celosos que siempre están percatándose de lo que me pasa, pues soy su hermanita menor dicen u.u; pero igual los adoro y quiero mucho. Y eso que aún no cuento sobre mi papá que es el actual, junto con solo uno de mis hermanos, los varones de la familia; pues todos los demás ya están comprometidos y que gracias a eso tengo cinco hermosos sobrinitos, los cuales también adoro y quiero mucho, a todos por igual. Es preciso rescatar que fue precisamente con dos de ellos con los que conviví un poco más desde pequeña, los dos mayores, pues vivieron en la casa de mis padres cuando nacieron, fue un gran regalo para mí tener nuevos integrantes a la familia mis primeros sobrinos. Esa es la razón por lo cual fui aprendiendo muchas cosas sobre los bebés desde mucho antes, y también gracias a eso fui alimentando un sentimiento único por ellos y también por todos los niños. Y junto a ese sentimiento un espíritu de servicio que también tengo desde muy pequeña; éstos son los motivos del resultado actual de la profesión, la que escogí para toda mi vida, por lo que ya daré algunos motivos más, más adelante.

Bueno sin más preámbulos y más desvíos empezaré a contar mi vida desde mis primeros años junto a ellos, mis hermanos, cuando aún eran hijos de familia, la familia de la que aún son parte, al igual que yo, pero ya no solos sino con una familia, su familia, pues pasaron de ser no solo hijos sino también a ser padres de familia. Bueno fue con éstas personas, hermanos y padres, que fui aprendiendo muchas cosas, entre ellas la gran importancia de independizarme desde muy pequeña, pues con su ayuda aprendí a saber hacer las cosas por y para mí misma, durante todos mis primeros años, los cuales saltearé algunos, ya que no recuerdo muy bien aquellos días. Lo que sí sé es que fue en ésta etapa de aprendizaje, desarrollo y socialización con mis familiares y personas cercanas, el principio de todo lo que me ayudó a ser la persona que ahora considero que soy. A los cuales siempre estaré agradecida por todo lo que me enseñaron, desde la importancia de quererme a mí misma hasta la importancia de saber quien soy y que es lo que vine hacer aquí, de la superación personal, de levantarme de caídas muy dolorosas y huecos profundos, de vivir cada día como si fuera el último, de creer en mi misma y tener fe en lo que quiero llegar a ser, de lo que no veo pero sé que existe, nuestro Dios, de aprender de mis errores y ayudar con lo aprendido a otros, de hacer saber con hechos a las personas que quiero, que los quiero, de saber enfrentar mis errores y aceptar la culpabilidad cuando la tengo, de desahogarme sola y junto a ellos y sobre todo de no dejarme vencer por nada. Por todo esto y más les agradezco, y porque hasta ahora siempre me lo están recordando.

Bueno proseguiré contándoles que a los 2 años de mi nacimiento mis padres decidieron mudarse, por mayores oportunidades de trabajo y para mejores estudios de mis hermanos mayores en especial de mi hermana la mayor que ya tenía que pasar a estudiar superior, por tanto nos trajeron a vivir a ésta mi desde entonces linda y actual ciudad donde permanezco y pienso permanecer, la linda ciudad de Cajamarca.

Seguiré desde aquel año que empecé a compartir nuevas cosas con seres que no eran parte de mi familia, pero que poco a poco se volvían parte de ella por el cariño y amabilidad que me mostraban y por todas esas cosas nuevas que me enseñaban. Mi primer año en socializar fuera de casa, mi querido jardín, llamado - ¨ San Martín ¨. La verdad solo asistí un año pues anteriormente solo era necesario ir desde los 5 hasta los 6 años que pasábamos ya a la escuela (la primaria), pues ahora los nenes tienen que asistir desde los 3 años y eso es, por que algunos padres por falta de tiempo, por trabajo u otras cosas ya los llevan a la cuna desde los 2 añitos, que feo no? Se supone que es precisamente en esos años, los primeros, que los bebés deben sentir el amor, afecto y compañía de sus padres, pero bueno disculpen por el paréntesis… sigamos.

 A mis 6 años pasé a formar parte de mi primera escuelita ¨ La Recoleta ¨, hasta los tres años siguientes. Y fue durante ésta etapa, aparte de lo estudiantil, que empecé a vivir mi niñez a lo máximo, lo recuerdo muy bien, fueron unos años muy lindos que quedaron marcados en mi, claro no tengo recuerdos muy bien definidos, pero siempre están aquí ( en mi corazón), por que además de todo lo que hacía con mis familiares, todo lo que pasaba junto a mis primeros amigos de barrio, esos que forman aparte de ti de una forma tan especial que se queda marcado en tu corazón y vida, por el recuerdo de todas las travesuras que como niños hacíamos sin querer queriendo :D, conociendo juntos un poco más de esta vida llena de sorpresas y líos, pero siempre para nosotros eran alegrías. Y pues también porque durante ésta etapa empecé a conocer ese sentimiento rarito, como lo llaman, que nace del corazón, pero se siente como maripositas en la barriga, ese sentimiento que mayormente lo sentimos las niñitas *-* por los niños, nuestros amiguitos de barrio o escuela, a mí me toco en el barrio… Fue muy raro la verdad pero fue muy lindo a la ves, empezaba a experimentar un nuevo sentimiento de cariño por alguien que no formaba parte de mi familia,  con decirles que mencioné una vez en mis sueños su nombre (bueno su apodo), que por supuesto mi mamá me escuchó o.o y fue por ella que me enteré que hablaba dormida =/; por lo que luego me hizo una serie de preguntas, fue la primera vez que mamá hacía eso y pues fue desde entonces que empezó hablarme sobre ese tema, y desde allí que tengo confianza con ellaJ.Fue genial!

Fuera de todo lo lindo les contaré que lamentablemente cuando pasaba al cuarto grado de primaria mis padres decidieron mudarse nuevamente, pero ésta vez menos mal dentro de la ciudad, pero igual ya no vería a mis amigos, mis primeros amigosL, por lo que empecé a experimentar también cambios en mi vida. Cambié de barrio, de escuela, de amigos, de mejor amiga, de todo L . No solo no los volví a ver durante todo ese tiempo a ninguno de mis primeros amigos y tampoco al niñito que me gustaba, sino hasta el día de hoy; bueno excepto a dos, que ya mencionaré más adelante. Luego conocí nuevos amigos pero ya no era igual, pues los primeros amigos de barrio son! los primeros amigos de barrio…

Por otro lado felizmente para el siguiente año, para el quinto año de primaria me regresaron a mi escuela donde realicé  mi promoción de primaria, allí sí, junto a mis primeros compañeritos de la escuela, aunque ya no había mi mejor amiga porque se cambió de salón cuando yo salí, pero igual fue lindoJ. Huy me olvidaba no les dije algo importante... Mi mejor amiga de la escuela además de haber sido mi compañera era mi vecina y mejor amiga de barrio, y adivinen que… Era también la hermana del niñito que me gustaba: $. Que cosas no? En fin…

Cuando ya estaba por cumplir los 12 años de edad me matricularon en el ciclo de verano del Colegio Estatal de Mujeres ¨ Juan XXIII¨, donde aprobé los cursos y me quedé a formar parte de su alumnado, la verdad al principio no me agradó mucho la idea, pero luego al igual que en mi escuela me acostumbré muy rápido, tanto así, que al llegar el último año de mi secundaria ya no quería salir o.o. Me convertí en una juanista de corazón durante esos 5 años, conociendo verdaderamente al colegio, al que de verdad lo llegué a querer.

Pero como cada etapa tiene un principio y un fin, la etapa de mi secundaria culminó. Aún recuerdo  lo que mamá me decía: ¨ Aprovecha  cada día en tu colegio, pues es una etapa única y muy linda de tu vida, que jamás volverás a experimentar así lo quieras ¨. Al principio no le hice caso, la verdad me daba igual, veía tan lejos el día en el que haga promoción. Pero ya para terminar mis estudios empecé a sentir ese vacío que quedaba en mí corazón al pensar que dejaría el cole, por lo cual tomé mas en cuenta las palabras de mamá, y mis últimos años en mi querido colegio, los traté de aprovechar al máximo, en especial el último. Todo ese año fue genial, pero lo que siempre recordaré será mi viaje, baile y despedida de promoción, junto a todos mis segundos papás como decían ellos, mis profesores. Son recuerdos muy especiales y lindos esos de los que jamás se podrán olvidar…

A mis 17 años fui por segunda vez al ciclo verano de la academia, pues ya había asistido el ciclo anterior un poco antes de empezar mi último año en el colegio. Tenía para ese entonces la idea de postular a Medicina Humana, pues pensaba ser Médico Pediatra, por lo que mi familia me aconsejó que me prepare todo ese año y postule al siguiente  año, es decir cuando ya cumpliría los 18 años. No quería pero quería ingresar a la primera y tomé en cuanta sus palabras. Pero todo me salió distinto porque en lugar de seguir estudiando empecé a alejarme de los estudios y me puse a trabajar, conociendo nuevas amistades y empezando a salir, cosa que no solía hacer, empezando como se dice a vivir una vida loca conociendo cada vez más gente y nuevas cosas, así seguí hasta el siguiente año, mis padres me dijeron para postular igual, pero ya no a medicina sabía que en lugar de mejorar mis capacidades las había dejado de lado y por tanto olvidado, bueno les dije que postularía igual y fui por un par de meces a la academia, pero tuve problemas con mis papeles y no pude presentar a tiempo mis documentos a la universidad por lo que tampoco ese año me pude presentar=/. Me decepcionaba  cada vez más pero igual no hacía nada al respecto, ¿Qué me pasaba? Rayos! Ni yo lo sabía, bueno sí, mamá me hacía comprender lo que pasaba. Me estaba gustando socializar mucho más con amigos, pero no como debía de hacerlo, como lo había planeado… y en lugar de superar mis metas de lo contrario ya iba perdiendo 2 años y las alejaba de mí…

Ya casi para terminar el año, cuando empezaba a conocer gente nueva e ir de aquí para allá con amigas y amigos, Dios me dio la alegría de reencontrarme con un buen gran amigo de mi niñez, amigo de mi primer barrio ¿Lo  recuerdan? Uno de todos mis primeros amigos del barrio J . Conversé con él me contó las cosas que había echo que estaba haciendo y las que pensaba hacer, me sentí un poco mal por el camino por el cual yo estaba yendo, hablamos mucho y le conté todo lo que estaba viviendo y me ayudó a comprender que sí podía aún hacer mucho mejor por seguir mi meta, regresar y empezar nuevamente, me ayudó junto con mis familiares en especial mi mamá, a alentarme a estudiar mi vida, lo que era, lo que fui, lo que quería ser y lo que estaba asiendo para llegar a serlo, pues estaba dejando de lado lo que en sí yo quería… ¿que me pasaba? Esa chica no era yo!. Por lo que decidí a empezar a aceptar críticas, las cuales me ayudarían a saber más de lo que estaba haciendo mal, y pues sí me ayudó bastante y desde entonces lo dejé todo; amigos, fiestas, salidas y a recomenzar se dijo. J

Al año entrante (año actual) dije a mis padres, que ya no iría a la academia, pues sabía que otra vez empezaría el plan de hacer amigos, así no quiera, bueno les dije que solo iría por algunas ocasiones para recordar algunas cosas y pedir ayuda en otras nuevas, pero sólo a los profesores, como los conocía J. Decidí quedarme en casa a estudiar ¿y adivinen que? Fue lo mejor que pude hacer. Pues gracias a Dios no era tan mala en matemática, de lo contrario me gustaba al igual que aprender sola :)

Arreglé mis papeles con tiempo y decidí que esta vez nada ni nadie me alejarían de mi metaJ. Presenté mis documentos y sin querer justo unos días antes de mi inscripción decidí la carrera de obstetricia, pues enfermería no me gustaba y sí o sí quería estudiar alguna carrera que tenga que ver con la salud y servicio, pero sobre todo con los niños y los bebés. Y Obstetricia era lo ideal, era lo mío lo que me estaba esperando.

Poco antes había pasado muchas cosas, como ya les comenté, sobre los amigos, fiestas, salidas y todo eso, por lo cual me conseguí una serie de consecuencias, las que evitaré mencionar en este momento, igual cuando decidí dejarlo todo, de verdad lo hice aunque al principio sí que me choco un poco, no sabía como, pero igual tenía una meta y esta vez nada me alejaría de ella, ingresar a la UNC, además de que contaba con el amor y apoyo de muchas personas y eso le alegraba demasiado a mi mamita por lo que solo las dejé y me dedique absolutamente a mi familia y al estudio. Pero, siempre hay un pero, jamás me lo imaginé, había arrastrado desde ese pasado conmigo algo que ni siquiera lo sospechaba y por tanto recibí una sorpresiva noticia o.o. justo una semana antes del examen, bueno creo la única consecuencia hasta el momento más importante e impactante de las que les mencionaba lo cual me puso fuera de si por unos días, pero igual dije que ésta vez nada me alejaría de mi meta e incluso ni esa noticia, aparte de que creo que me lo busqué no era una noticia para desanimarme y alejarme de todo lo que quería, de lo contrario, debía alentarme para seguir en lo que me había propuesto.

Llegó el día del examen, me levanté muy temprano pero igual no sé que me pasaba, me sentía como que no quería ir, o hacerme tarde, algo así, era raro. Hasta que llegó uno de mis hermanos para llevarme, uno que ya está terminando su carrera en la Universidad Nacional de Cajamarca, y uno de los cuatro hermanos que tengo, el único con el que nunca me había sentado a conversar  me sentí peor necesitaba algo no se al menos un ¨ has lo que puedas – confía en ti - no te pongas nerviosa ¨ algo!, lo sabía pero igual lo quería escuchar, hasta que dijo vamos, y fui a despedirme de mamá y fue la primera bendición y buena suerte que escuché aquel día, la abrasé y recordé todo lo que me había conversado la noche anterior, siempre lo hago, y todo lo que tenía planeado hacer, dependiendo del resultado de aquel día, así que la abrasé le dije gracias y partí.

Ya en el carro poco antes de bajarme para empezar hacer mi inmensa cola que me esperaba, mi hermano hablo; y me dijo solo: ¨ haz lo que sabes, normal ve y solo piensa en lo que te haz propuesto lograr hoy, es fácil, solo no te pongas nerviosa, sé que lo harás ¨. Si claro era tan fácil decirlo aunque la verdad no solía ponerme nerviosa, pero aquel día todo era muy raro, me sorprendieron mucho sus palabras, como ya lo dije jamás me había comunicado como hermanos normales, con Él, pero comprendí la importancia de estar tranquila y serena, así que solo le dije gracias y me salí del carro.

Fui directo a buscar  mi fila, y justo antes de retirarme a empezar hacerla, me encontré con una de mis mejores amigas, bueno a la única que considero así, también daba el examen y solo nos abrazamos y le repetí lo que mi hermano me había dicho, pues a mi me ayudó, y al igual que yo, me dijo; ¨ gracias - igual tu, nos vemos a la salida ¨ y se fue… me pasé a retirar, vi a muchas personas conocidas las cuales no veía desde hace dos meces y a otras más, pero igual solo pasaba directo hacer mi fila, no quería saludar a nadie más y así lo hice. Hasta que llegó el momento y vi al frente mío un examen, me agaché y  solo lo empecé a resolver.

 Al finalizar aquel dichoso examen, nos lo pidieron. Invitándonos luego a salir tranquilos del aula, ya todo había pasado ¿qué más podíamos hacer?...

Fui directo a buscar a mi amiga, la que había saludado en la entrada, con una rapidez única, pues sentía que me había ido muy bien, pero en cierta parte del examen, estaba todo confuso en ese momento para mi, no sabía en si lo que había hecho, auque a la vez si, era raro... Ahora no sabía que tocaba, me paré y alguien me abrazó por detrás y me dijo -sea lo que sea ya está ahora vamos a esperar lo que venga-, era ella mi mejor amigaJ. Luego llegó otro de mis hermanos, uno que también está por terminar la carrera de contabilidad en la UNC, me despedí de mi amiga, y me quedé con él, me invitó a comer algo mientras revisaba mi examen y fue el primero que me dijo; -ya la hiciste loca, vamos a casa- me quedé callada, subí a su moto y partimos directo a la casa, llegamos y todos preguntaban que tal me había ido, solo les dije ya lo sabremos más tarde, y fui a mi cuarto. Estaba alegre, pero a la vez triste, como les dije era raro lo que sentía en esos momentos, pues tenía presente también las consecuencias de aquella noticia que había recibido poco antes del examen si es que no había ingresado...

Jamás había experimentado tal sentimiento, aquel que se hacia mayor con cada minuto pues un segundo en cada minuto contaba y sentía un gran nudo en la garganta cada vez más y más, mientras se acercaba la noche, esa linda oscuridad llena de oscuras nubes algunas veces, otras llena de mil estrellas, esas que me habían acompañado todos los días y noches de esos dos últimos meces que empezaron a marcarme para toda mi vida...

Tocaron mi puerta… era mamá que dijo: baja a la sala, ella estaba conversando con mi hermano por teléfono (el que había revisado mi examen), bajamos a la sala, me miro fijamente y contesto: -¿Enserio?- pero lo tomé como un gesto de desanimo. Abrasé mi peluche y empecé a llorar, no sabía por que, pero cuando me había percatado ya estaba llena de lágrimas y todos los demás viéndome. Mi mamá colgó y me abrazó y me dijo: -te quiero-
Le dije: - también yo-
Luego siguió hablando y me dijo; ¿ya vez? Y todos pensaban que no lo lograrías, pero yo siempre tuve confianza en que sí lo harías y mira ya la otra semana empiezan tus clases- La miré, dejé de llorar (por un instante) me abrazó nuevamente y  me felicitó, también fue la primera en hacerlo en aquel día que muchas personas lo hicieron. Luego todos la siguieron me abrazaban y felicitaban, hasta que llegó el turno de mi hermano, el mayor de los hombres. No se los había comentado, pero era uno de la familia de los que yo quería y admiraba mucho, al que trataba siempre de escuchar, pues cada cosa que él me decía era siempre importante para mi, no solo por ser mi hermano, sino porque era razonable y servible para la vida de cualquiera que lo sepa aplicar bien, pero lamentablemente durante esos últimos meces, en los que hasta yo no sabía quien era, me dijo muchas cosas una de las cuales era que en vano postularía pues no ingresaría, eran palabras que me dolían un montón, pero nadie lo culpaba, era mi hermano y veía lo que estaba haciendo con mi vida, pero precisamente, fue uno de los tantos motivos por las cuales más me alentaba a dejarle bien en claro a todos, en especial a él que es lo que podía lograr si quería. Y finalmente así lo hice; me miro y pidió disculpas por haber dudado de mi, siempre quiso lo mejor para todos sus hermanos y yo no era la acepción. Poco antes había dicho que me daría un determinado dinero por ingresar, igual hasta el último momento lo dudo, pero le calle la boca: D. Todo termino bien aquel día. Todos celebraron por mí, pues no suelo tomar, y así fue mi gran día.

  Gracias a Dios y a ese angelito que me acompañó más que nunca aquel día, Ingresé! Actualmente soy parte ya de la Universidad Nacional de Cajamarca y auque aún existen algunos obstáculos seguiré adelante, pues tengo una meta y una ilusión que me ayuda a seguir, y por más difíciles que se me presenten las cosas sé que saldré con un título de la UNC J.

Continuará…! J

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