MI BIOGRAFÍA
En
un día cálido rodeado de un cielo celeste azul puro, tan hermoso, libre de
oscuras nubes, como lo felicidad de una familia al espera de un nuevo ser, un
nuevo integrante a ella. Nace una pequeña, linda y gordita niña de casi 4 kg a hora 8:10 a.m.
Distinguida por la cantidad de un largo, fino y negro cabello que traía.
En
el consultorio de un Médico, un buen amigo de sus padres, ella fue muy bien
recibida con mucho amor y afecto, después de un largo sufrimiento por su linda
mamá la Sra. Juana
Sánchez Chávez, natal de Celendín, y con el apoyo de su esposo el Sr. Alberto
Cruz Callantes, también natal de Celendín.
Ésta
niñita empieza su vida, con un fuerte grito, dando a conocer a los que la esperaban, que
estaba bien y muy contenta por nacer. Y sin saber el largo camino que la
esperaba para recorrer, estaba lista para recibir y darles amor.
Aquella
niña, la que ahora ya tiene 19 años y empezará a contar sus días en éstas
páginas, desde su nacimiento, soy Yo. Cruz Sánchez, Alicia Margoth. Y aquel día
siempre recordado y celebrado por mis seres queridos y por mí, fue un 16 de
marzo de 1993 y aquel lugar en donde ocurrió mi nacimiento y a donde cada julio
de todos los años voy a visitar para celebrar con familiares y demás paisanos
la fiesta de ¨ La Virgen
del Carmen¨, fue Celendín – mi natal y bello
distrito del departamento de Cajamarca.
Y
fue así desde aquel día, que empezó mi vida, junto a mis padres y hermanos que
gracias a Dios hasta el día de hoy cuento con su amor, bondad, alegría, consejos
y apoyo; como también demás integrantes de mi inmensa y linda familia, de la
cual algunos de ellos, muy importantes como mis abuelitos, que lamentablemente
ya no forman físicamente parte de ella, pero que espiritualmente siempre los tenemos
presentes en nuestro corazón.
Empezaré
contándoles que tengo cinco hermanos, de los cuales la mayor y Yo la última
somos mujeres, los tres intermedios son varones, los típicos celosos que
siempre están percatándose de lo que me pasa, pues soy su hermanita menor dicen
u.u; pero igual los adoro y quiero mucho. Y eso que aún no cuento sobre mi papá
que es el actual, junto con solo uno de mis hermanos, los varones de la
familia; pues todos los demás ya están comprometidos y que gracias a eso tengo
cinco hermosos sobrinitos, los cuales también adoro y quiero mucho, a todos por
igual. Es preciso rescatar que fue precisamente con dos de ellos con los que
conviví un poco más desde pequeña, los dos mayores, pues vivieron en la casa de
mis padres cuando nacieron, fue un gran regalo para mí tener nuevos integrantes
a la familia mis primeros sobrinos. Esa es la razón por lo cual fui aprendiendo
muchas cosas sobre los bebés desde mucho antes, y también gracias a eso fui
alimentando un sentimiento único por ellos y también por todos los niños. Y junto
a ese sentimiento un espíritu de servicio que también tengo desde muy pequeña;
éstos son los motivos del resultado actual de la profesión, la que escogí para
toda mi vida, por lo que ya daré algunos motivos más, más adelante.
Bueno
sin más preámbulos y más desvíos empezaré a contar mi vida desde mis primeros
años junto a ellos, mis hermanos, cuando aún eran hijos de familia, la familia
de la que aún son parte, al igual que yo, pero ya no solos sino con una
familia, su familia, pues pasaron de ser no solo hijos sino también a ser
padres de familia. Bueno fue con éstas personas, hermanos y padres, que fui
aprendiendo muchas cosas, entre ellas la gran importancia de independizarme desde
muy pequeña, pues con su ayuda aprendí a saber hacer las cosas por y para mí
misma, durante todos mis primeros años, los cuales saltearé algunos, ya que no
recuerdo muy bien aquellos días. Lo que sí sé es que fue en ésta etapa de
aprendizaje, desarrollo y socialización con mis familiares y personas cercanas,
el principio de todo lo que me ayudó a ser la persona que ahora considero que
soy. A los cuales siempre estaré agradecida por todo lo que me enseñaron, desde
la importancia de quererme a mí misma hasta la importancia de saber quien soy y
que es lo que vine hacer aquí, de la superación personal, de levantarme de
caídas muy dolorosas y huecos profundos, de vivir cada día como si fuera el
último, de creer en mi misma y tener fe en lo que quiero llegar a ser, de lo
que no veo pero sé que existe, nuestro Dios, de aprender de mis errores y
ayudar con lo aprendido a otros, de hacer saber con hechos a las personas que
quiero, que los quiero, de saber enfrentar mis errores y aceptar la
culpabilidad cuando la tengo, de desahogarme sola y junto a ellos y sobre todo de
no dejarme vencer por nada. Por todo esto y más les agradezco, y porque hasta
ahora siempre me lo están recordando.
Bueno
proseguiré contándoles que a los 2 años de mi nacimiento mis padres decidieron
mudarse, por mayores oportunidades de trabajo y para mejores estudios de mis
hermanos mayores en especial de mi hermana la mayor que ya tenía que pasar a
estudiar superior, por tanto nos trajeron a vivir a ésta mi desde entonces linda
y actual ciudad donde permanezco y pienso permanecer, la linda ciudad de Cajamarca.
Seguiré
desde aquel año que empecé a compartir nuevas cosas con seres que no eran parte
de mi familia, pero que poco a poco se volvían parte de ella por el cariño y
amabilidad que me mostraban y por todas esas cosas nuevas que me enseñaban. Mi
primer año en socializar fuera de casa, mi querido jardín, llamado - ¨ San
Martín ¨. La verdad solo asistí un año pues anteriormente solo era necesario ir
desde los 5 hasta los 6 años que pasábamos ya a la escuela (la primaria), pues
ahora los nenes tienen que asistir desde los 3 años y eso es, por que algunos
padres por falta de tiempo, por trabajo u otras cosas ya los llevan a la cuna
desde los 2 añitos, que feo no? Se supone que es precisamente en esos años, los
primeros, que los bebés deben sentir el amor, afecto y compañía de sus padres,
pero bueno disculpen por el paréntesis… sigamos.
A mis 6 años pasé a formar parte de mi primera
escuelita ¨ La Recoleta
¨, hasta los tres años siguientes. Y fue durante ésta etapa, aparte de lo
estudiantil, que empecé a vivir mi niñez a lo máximo, lo recuerdo muy bien,
fueron unos años muy lindos que quedaron marcados en mi, claro no tengo
recuerdos muy bien definidos, pero siempre están aquí ( en mi corazón), por que
además de todo lo que hacía con mis familiares, todo lo que pasaba junto a mis
primeros amigos de barrio, esos que forman aparte de ti de una forma tan
especial que se queda marcado en tu corazón y vida, por el recuerdo de todas
las travesuras que como niños hacíamos sin querer queriendo :D, conociendo juntos
un poco más de esta vida llena de sorpresas y líos, pero siempre para nosotros
eran alegrías. Y pues también porque durante ésta etapa empecé a conocer ese
sentimiento rarito, como lo llaman, que nace del corazón, pero se siente como
maripositas en la barriga, ese sentimiento que mayormente lo sentimos las
niñitas *-* por los niños, nuestros amiguitos de barrio o escuela, a mí me toco
en el barrio… Fue muy raro la verdad pero fue muy lindo a la ves, empezaba a
experimentar un nuevo sentimiento de cariño por alguien que no formaba parte de
mi familia, con decirles que mencioné
una vez en mis sueños su nombre (bueno su apodo), que por supuesto mi mamá me
escuchó o.o y fue por ella que me enteré que hablaba dormida =/; por lo que
luego me hizo una serie de preguntas, fue la primera vez que mamá hacía eso y
pues fue desde entonces que empezó hablarme sobre ese tema, y desde allí que
tengo confianza con ellaJ.Fue genial!
Fuera
de todo lo lindo les contaré que lamentablemente cuando pasaba al cuarto grado
de primaria mis padres decidieron mudarse nuevamente, pero ésta vez menos mal
dentro de la ciudad, pero igual ya no vería a mis amigos, mis primeros amigosL,
por lo que empecé a experimentar también cambios en mi vida. Cambié de barrio, de
escuela, de amigos, de mejor amiga, de todo L . No solo no los volví
a ver durante todo ese tiempo a ninguno de mis primeros amigos y tampoco al
niñito que me gustaba, sino hasta el día de hoy; bueno excepto a dos, que ya
mencionaré más adelante. Luego conocí nuevos amigos pero ya no era igual, pues
los primeros amigos de barrio son! los primeros amigos de barrio…
Por
otro lado felizmente para el siguiente año, para el quinto año de primaria me
regresaron a mi escuela donde realicé mi
promoción de primaria, allí sí, junto a mis primeros compañeritos de la
escuela, aunque ya no había mi mejor amiga porque se cambió de salón cuando yo
salí, pero igual fue lindoJ. Huy me olvidaba no
les dije algo importante... Mi mejor amiga de la escuela además de haber sido
mi compañera era mi vecina y mejor amiga de barrio, y adivinen que… Era también
la hermana del niñito que me gustaba: $. Que cosas no? En fin…
Cuando
ya estaba por cumplir los 12 años de edad me matricularon en el ciclo de verano
del Colegio Estatal de Mujeres ¨ Juan XXIII¨, donde aprobé los cursos y me
quedé a formar parte de su alumnado, la verdad al principio no me agradó mucho
la idea, pero luego al igual que en mi escuela me acostumbré muy rápido, tanto
así, que al llegar el último año de mi secundaria ya no quería salir o.o. Me
convertí en una juanista de corazón durante esos 5 años, conociendo
verdaderamente al colegio, al que de verdad lo llegué a querer.
Pero
como cada etapa tiene un principio y un fin, la etapa de mi secundaria culminó.
Aún recuerdo lo que mamá me decía: ¨
Aprovecha cada día en tu colegio, pues
es una etapa única y muy linda de tu vida, que jamás volverás a experimentar
así lo quieras ¨. Al principio no le hice caso, la verdad me daba igual, veía
tan lejos el día en el que haga promoción. Pero ya para terminar mis estudios
empecé a sentir ese vacío que quedaba en mí corazón al pensar que dejaría el
cole, por lo cual tomé mas en cuenta las palabras de mamá, y mis últimos años
en mi querido colegio, los traté de aprovechar al máximo, en especial el último.
Todo ese año fue genial, pero lo que siempre recordaré será mi viaje, baile y
despedida de promoción, junto a todos mis segundos papás como decían ellos, mis
profesores. Son recuerdos muy especiales y lindos esos de los que jamás se
podrán olvidar…
A
mis 17 años fui por segunda vez al ciclo verano de la academia, pues ya había
asistido el ciclo anterior un poco antes de empezar mi último año en el
colegio. Tenía para ese entonces la idea de postular a Medicina Humana, pues
pensaba ser Médico Pediatra, por lo que mi familia me aconsejó que me prepare
todo ese año y postule al siguiente año,
es decir cuando ya cumpliría los 18 años. No quería pero quería ingresar a la
primera y tomé en cuanta sus palabras. Pero todo me salió distinto porque en
lugar de seguir estudiando empecé a alejarme de los estudios y me puse a
trabajar, conociendo nuevas amistades y empezando a salir, cosa que no solía
hacer, empezando como se dice a vivir una vida loca conociendo cada vez más
gente y nuevas cosas, así seguí hasta el siguiente año, mis padres me dijeron
para postular igual, pero ya no a medicina sabía que en lugar de mejorar mis
capacidades las había dejado de lado y por tanto olvidado, bueno les dije que
postularía igual y fui por un par de meces a la academia, pero tuve problemas
con mis papeles y no pude presentar a tiempo mis documentos a la universidad por
lo que tampoco ese año me pude presentar=/. Me decepcionaba cada vez más pero igual no hacía nada al
respecto, ¿Qué me pasaba? Rayos! Ni yo lo sabía, bueno sí, mamá me hacía
comprender lo que pasaba. Me estaba gustando socializar mucho más con amigos,
pero no como debía de hacerlo, como lo había planeado… y en lugar de superar
mis metas de lo contrario ya iba perdiendo 2 años y las alejaba de mí…
Ya
casi para terminar el año, cuando empezaba a conocer gente nueva e ir de aquí
para allá con amigas y amigos, Dios me dio la alegría de reencontrarme con un
buen gran amigo de mi niñez, amigo de mi primer barrio ¿Lo recuerdan? Uno de todos mis primeros amigos
del barrio J . Conversé con él me
contó las cosas que había echo que estaba haciendo y las que pensaba hacer, me
sentí un poco mal por el camino por el cual yo estaba yendo, hablamos mucho y le
conté todo lo que estaba viviendo y me ayudó a comprender que sí podía aún hacer
mucho mejor por seguir mi meta, regresar y empezar nuevamente, me ayudó junto
con mis familiares en especial mi mamá, a alentarme a estudiar mi vida, lo que
era, lo que fui, lo que quería ser y lo que estaba asiendo para llegar a serlo,
pues estaba dejando de lado lo que en sí yo quería… ¿que me pasaba? Esa chica
no era yo!. Por lo que decidí a empezar a aceptar críticas, las cuales me
ayudarían a saber más de lo que estaba haciendo mal, y pues sí me ayudó
bastante y desde entonces lo dejé todo; amigos, fiestas, salidas y a recomenzar
se dijo. J
Al
año entrante (año actual) dije a mis padres, que ya no iría a la academia, pues
sabía que otra vez empezaría el plan de hacer amigos, así no quiera, bueno les
dije que solo iría por algunas ocasiones para recordar algunas cosas y pedir
ayuda en otras nuevas, pero sólo a los profesores, como los conocía J.
Decidí quedarme en casa a estudiar ¿y adivinen que? Fue lo mejor que pude hacer.
Pues gracias a Dios no era tan mala en matemática, de lo contrario me gustaba al
igual que aprender sola :)
Arreglé
mis papeles con tiempo y decidí que esta vez nada ni nadie me alejarían de mi
metaJ. Presenté mis documentos y sin querer justo
unos días antes de mi inscripción decidí la carrera de obstetricia, pues enfermería
no me gustaba y sí o sí quería estudiar alguna carrera que tenga que ver con la
salud y servicio, pero sobre todo con los niños y los bebés. Y Obstetricia era
lo ideal, era lo mío lo que me estaba esperando.
Poco
antes había pasado muchas cosas, como ya les comenté, sobre los amigos, fiestas,
salidas y todo eso, por lo cual me conseguí una serie de consecuencias, las que
evitaré mencionar en este momento, igual cuando decidí dejarlo todo, de verdad
lo hice aunque al principio sí que me choco un poco, no sabía como, pero igual
tenía una meta y esta vez nada me alejaría de ella, ingresar a la UNC , además de que contaba con
el amor y apoyo de muchas personas y eso le alegraba demasiado a mi mamita por
lo que solo las dejé y me dedique absolutamente a mi familia y al estudio. Pero,
siempre hay un pero, jamás me lo imaginé, había arrastrado desde ese pasado
conmigo algo que ni siquiera lo sospechaba y por tanto recibí una sorpresiva
noticia o.o. justo una semana antes del examen, bueno creo la única consecuencia
hasta el momento más importante e impactante de las que les mencionaba lo cual
me puso fuera de si por unos días, pero igual dije que ésta vez nada me
alejaría de mi meta e incluso ni esa noticia, aparte de que creo que me lo
busqué no era una noticia para desanimarme y alejarme de todo lo que quería, de
lo contrario, debía alentarme para seguir en lo que me había propuesto.
Llegó
el día del examen, me levanté muy temprano pero igual no sé que me pasaba, me
sentía como que no quería ir, o hacerme tarde, algo así, era raro. Hasta que
llegó uno de mis hermanos para llevarme, uno que ya está terminando su carrera
en la Universidad
Nacional de Cajamarca, y uno de los cuatro hermanos que
tengo, el único con el que nunca me había sentado a conversar me sentí peor necesitaba algo no se al menos
un ¨ has lo que puedas – confía en ti - no te pongas nerviosa ¨ algo!, lo sabía
pero igual lo quería escuchar, hasta que dijo vamos, y fui a despedirme de mamá
y fue la primera bendición y buena suerte que escuché aquel día, la abrasé y
recordé todo lo que me había conversado la noche anterior, siempre lo hago, y
todo lo que tenía planeado hacer, dependiendo del resultado de aquel día, así
que la abrasé le dije gracias y partí.
Ya
en el carro poco antes de bajarme para empezar hacer mi inmensa cola que me
esperaba, mi hermano hablo; y me dijo solo: ¨ haz lo que sabes, normal ve y
solo piensa en lo que te haz propuesto lograr hoy, es fácil, solo no te pongas
nerviosa, sé que lo harás ¨. Si claro era tan fácil decirlo aunque la verdad no
solía ponerme nerviosa, pero aquel día todo era muy raro, me sorprendieron
mucho sus palabras, como ya lo dije jamás me había comunicado como hermanos
normales, con Él, pero comprendí la importancia de estar tranquila y serena,
así que solo le dije gracias y me salí del carro.
Fui
directo a buscar mi fila, y justo antes
de retirarme a empezar hacerla, me encontré con una de mis mejores amigas,
bueno a la única que considero así, también daba el examen y solo nos abrazamos
y le repetí lo que mi hermano me había dicho, pues a mi me ayudó, y al igual
que yo, me dijo; ¨ gracias - igual tu, nos vemos a la salida ¨ y se fue… me
pasé a retirar, vi a muchas personas conocidas las cuales no veía desde hace
dos meces y a otras más, pero igual solo pasaba directo hacer mi fila, no
quería saludar a nadie más y así lo hice. Hasta que llegó el momento y vi al frente
mío un examen, me agaché y solo lo
empecé a resolver.
Al finalizar aquel dichoso examen, nos lo
pidieron. Invitándonos luego a salir tranquilos del aula, ya todo había pasado
¿qué más podíamos hacer?...
Fui
directo a buscar a mi amiga, la que había saludado en la entrada, con una
rapidez única, pues sentía que me había ido muy bien, pero en cierta parte del
examen, estaba todo confuso en ese momento para mi, no sabía en si lo que había
hecho, auque a la vez si, era raro... Ahora no sabía que tocaba, me paré y
alguien me abrazó por detrás y me dijo -sea lo que sea ya está ahora vamos a
esperar lo que venga-, era ella mi mejor amigaJ. Luego llegó otro de
mis hermanos, uno que también está por terminar la carrera de contabilidad en la UNC , me despedí de mi amiga, y
me quedé con él, me invitó a comer algo mientras revisaba mi examen y fue el
primero que me dijo; -ya la hiciste loca, vamos a casa- me quedé callada, subí
a su moto y partimos directo a la casa, llegamos y todos preguntaban que tal me
había ido, solo les dije ya lo sabremos más tarde, y fui a mi cuarto. Estaba
alegre, pero a la vez triste, como les dije era raro lo que sentía en esos
momentos, pues tenía presente también las consecuencias de aquella noticia que
había recibido poco antes del examen si es que no había ingresado...
Jamás
había experimentado tal sentimiento, aquel que se hacia mayor con cada minuto pues
un segundo en cada minuto contaba y sentía un gran nudo en la garganta cada vez
más y más, mientras se acercaba la noche, esa linda oscuridad llena de oscuras
nubes algunas veces, otras llena de mil estrellas, esas que me habían
acompañado todos los días y noches de esos dos últimos meces que empezaron a
marcarme para toda mi vida...
Tocaron
mi puerta… era mamá que dijo: baja a la sala, ella estaba conversando con mi
hermano por teléfono (el que había revisado mi examen), bajamos a la sala, me
miro fijamente y contesto: -¿Enserio?- pero lo tomé como un gesto de desanimo.
Abrasé mi peluche y empecé a llorar, no sabía por que, pero cuando me había
percatado ya estaba llena de lágrimas y todos los demás viéndome. Mi mamá colgó
y me abrazó y me dijo: -te quiero-
Le
dije: - también yo-
Luego
siguió hablando y me dijo; ¿ya vez? Y todos pensaban que no lo lograrías, pero
yo siempre tuve confianza en que sí lo harías y mira ya la otra semana empiezan
tus clases- La miré, dejé de llorar (por un instante) me abrazó nuevamente y me felicitó, también fue la primera en
hacerlo en aquel día que muchas personas lo hicieron. Luego todos la siguieron
me abrazaban y felicitaban, hasta que llegó el turno de mi hermano, el mayor de
los hombres. No se los había comentado, pero era uno de la familia de los que
yo quería y admiraba mucho, al que trataba siempre de escuchar, pues cada cosa
que él me decía era siempre importante para mi, no solo por ser mi hermano,
sino porque era razonable y servible para la vida de cualquiera que lo sepa
aplicar bien, pero lamentablemente durante esos últimos meces, en los que hasta
yo no sabía quien era, me dijo muchas cosas una de las cuales era que en vano
postularía pues no ingresaría, eran palabras que me dolían un montón, pero
nadie lo culpaba, era mi hermano y veía lo que estaba haciendo con mi vida,
pero precisamente, fue uno de los tantos motivos por las cuales más me alentaba
a dejarle bien en claro a todos, en especial a él que es lo que podía lograr si
quería. Y finalmente así lo hice; me miro y pidió disculpas por haber dudado de
mi, siempre quiso lo mejor para todos sus hermanos y yo no era la acepción.
Poco antes había dicho que me daría un determinado dinero por ingresar, igual
hasta el último momento lo dudo, pero le calle la boca: D. Todo termino bien
aquel día. Todos celebraron por mí, pues no suelo tomar, y así fue mi gran día.
Gracias
a Dios y a ese angelito que me acompañó más que nunca aquel día, Ingresé!
Actualmente soy parte ya de la Universidad Nacional de Cajamarca y auque aún
existen algunos obstáculos seguiré adelante, pues tengo una meta y una ilusión
que me ayuda a seguir, y por más difíciles que se me presenten las cosas sé que
saldré con un título de la UNC
J.
Continuará…! J